Temperamento Conflictivo
Cómo afecta a su entorno y por qué no es tema
Escrito por quinqui el 05/11/2020 17:38
Hay un tema siempre presente en el mundo laboral, pero del que nadie busca o entrega soluciones. Hablo del temperamento conflictivo. Yo creo que es porque antes se asumía que en nuestra casa nos enseñaban los valores necesarios para la buena convivencia con los otros, pero como ya la familia como núcleo educativo primordial no existe, sería bueno incluir en los cargas curriculares de todos los niveles educativos los contenidos necesarios para enseñar a las personas a manejar sus emociones negativas, a trabajar en equipo, a ser conciliadoras y productivas, proactivas y en general, a ser buenas personas.
Toda esta verborrea surge de los casos de personas reactivas y conflictivas que aparecen de vez en cuando en mi mira, provocando ese molesto ruido en mi pacífica rutina.
Son personas para las que todo es una guerra, una discusión, una afrenta. Como su principal motor es la emoción reactiva, no suelen detenerse a analizar o estudiar bien aquello que les ha molestado, ya que antes de eso ya han decidido que han sido ofendidas o que lo que viven es totalmente injusto. Y ese es uno de los principales ejes de sus molestias: la in/justicia. Todo el tiempo creen estar en desventaja, por eso actúan siempre a la defensiva, y su amargura crece con el día a día. Pareciera que su personalidad es un vaivén entre la envidia y la ira, lo cual provoca que no sólo tengan problemas a nivel laboral, sino muy probablemente también a nivel familiar y de amistades.
En verdad creo que es importante que se enseñen en todo momento de la escolaridad la relevancia y beneficios de ser colaborativo, constructivo, analítico, paciente, proactivo, conciliador, respetuoso, y sobretodo, templado, prudente y justo, a la hora de trabajar/convivir con otros. Lo curioso es que estos tres últimos factores se corresponden con tres de las virtudes que hace miles de años los griegos acuñaban como cánones de convivencia. O sea, si el buen convivir ha sido tema desde siempre entre los seres humanos, ¿por qué ya no lo es hoy?
Crédito Foto: Las Cuatro Virtudes, de Rafael Sanzio, tomada de la Wikipedia
Toda esta verborrea surge de los casos de personas reactivas y conflictivas que aparecen de vez en cuando en mi mira, provocando ese molesto ruido en mi pacífica rutina.
Son personas para las que todo es una guerra, una discusión, una afrenta. Como su principal motor es la emoción reactiva, no suelen detenerse a analizar o estudiar bien aquello que les ha molestado, ya que antes de eso ya han decidido que han sido ofendidas o que lo que viven es totalmente injusto. Y ese es uno de los principales ejes de sus molestias: la in/justicia. Todo el tiempo creen estar en desventaja, por eso actúan siempre a la defensiva, y su amargura crece con el día a día. Pareciera que su personalidad es un vaivén entre la envidia y la ira, lo cual provoca que no sólo tengan problemas a nivel laboral, sino muy probablemente también a nivel familiar y de amistades.
En verdad creo que es importante que se enseñen en todo momento de la escolaridad la relevancia y beneficios de ser colaborativo, constructivo, analítico, paciente, proactivo, conciliador, respetuoso, y sobretodo, templado, prudente y justo, a la hora de trabajar/convivir con otros. Lo curioso es que estos tres últimos factores se corresponden con tres de las virtudes que hace miles de años los griegos acuñaban como cánones de convivencia. O sea, si el buen convivir ha sido tema desde siempre entre los seres humanos, ¿por qué ya no lo es hoy?
Crédito Foto: Las Cuatro Virtudes, de Rafael Sanzio, tomada de la Wikipedia