Dioses de Egipto (2016)
De mis películas favoritas que fracasaron en taquilla, por lo que no habrá secuela.
Escrito por quinqui el 24/03/2023 08:09
Quienes me conocen saben que, entre mis géneros favoritos de cine, se encuentran la ciencia ficción, la fantasía, y las aventuras. Por ello, no es de extrañar que entre mis películas de cabecera estén "Star Wars" (1977-1999), "Indiana Jones" (1981-2008) y "El Señor de los Anillos" (2001-2003).
Pero otras que entran en el género, aunque poco hablo de ellas, son joyas como "La Momia" (1999-2001), "El Rey Escorpión" (2002) y, hoy por hoy, "Dioses de Egipto" (2016). (Sobre la segunda ya comenté mis pensamientos en este mi Baúl, quedando más que claros mis gustos en cuanto a argumentos y fotografía.)
El caso es que hoy, que vuelvo a ver "Dioses de Egipto", me ha gustado aún más. Digamos que a mayor cantidad de lágrimas de emoción durante o después de ver una película, mayor es la posibilidad de que dicha historia ascienda en mi ranking o top 100 de favoritos.
Y esto es lo que me sucede con esta película:
- Sus efectos especiales me parecen de excelente nivel.
- El diseño de los personajes (dioses) y de los ambientes, me embriaga: el mar dorado por el que navega el barco de Ra; las hermosas versiones no humanas de cada dios (¡los brillos! ^.^); los palacios y jardines; el Más Allá, etc.
- La ambientación musical está totalmente acorde a la temática, y me lleva en este viaje nostálgico que siempre agradezco en este tipo de films ambientados cerca del medio oriente: amo la banda sonora de La Momia (1999-2001), pero es claro: con Jerry Goldsmith y Alan Silvestri sólo podemos esperar maravillas. Pero la musicalización a cargo de Marco Beltrami en "Dioses de Egipto" no se queda atrás, generando ese mismo aire emotivo, heroico y antiguo.
- Las actuaciones, están acordes al tipo de género (acción), por lo que no se puede pedir más, pero eso no quita que en lo personal haya amado algunas interpretaciones (Hathor, Seth, en lo emocional; Bek, Thot, en la acción).
- La interpretación del panteón egipcio, bueno, fue eso: una interpretación (más adelante abordaré este tema).
- Pero, sin duda, la historia es lo que me termina por hechizar: ¿Cómo no amar al personaje de Hathor (Elodie Yung) y sus decisiones, totalmente consecuentes con su característica como diosa del amor? ¿Cómo no enternecerse con Zaya (Courtney Eaton) y su profunda fe? ¿Cómo no reír ante el vanidoso Thot (Chadwick Boseman)? ¿Cómo no emocionarse con la amistad que nace entre Bek (Brenton Thwaites) y Horus (Nikolaj Coster-Waldau), que parte con la arrogancia por parte de ambos, para acabar en aquella profunda confianza? Y, claro, está Gerard Butler (Seth).
Lo triste es que sé que a esta película le fue muy mal en taquilla. De hecho, en su momento supe que fue un fracaso. Y hoy que la volví a disfrutar, al comenzar a correr los créditos, me sumergí en los océanos googleanos para indagar nuevamente el porqué. O sea, yo recordaba que lo que más había disgustado (pues es la crítica que más leí en su momento en las Opiniones de Google) fue su desacierto histórico: vale decir, lo poco ajustada a la realidad histórica (por no decir "realidad mitológica") que era.
No es que yo sea una erudita en el panteón egipcio, pero tengo entendido que hubo varios, tomando en cuenta la longevidad del reino/imperio. Por lo que intentar aunar en una sola película a todos esos períodos en uno era una tarea con pocas posibilidades de éxito. Por eso comprendo la elección de la producción de escoger a sólo uno de sus dioses, y armar una historia más o menos coherente a partir de su propia mitología, y luego terminar de ajustar la historia usando a los otros dioses para que encajaran de forma que nos hiciera sentido, aun cuando en el mito original no tuvieran el mismo rol o realizaran las mismas exactas acciones. Pero tras leer un poco sobre la descripción del dios Horus (el protagonista en esta película), entiendo que los guionistas intentaron crear una historia relativamente creíble, no tan chocante (para nuestros castos tiempos, tomando en cuenta cómo eran los mitos asociados a esta deidad), y que pudiera ser susceptible de ser llevada al cine, como lo que fue: una película de acción, aventuras y fantasía.
Sin embargo, fue lo que leí hoy lo que me llamó aun más la atención. La película no sólo fracasó en taquilla por su "pobre" interpretación del culto del Egipto antiguo: el proyecto había muerto antes de nacer. Acorde a lo leído en Espinof, poco tiempo después de salir al público las primeras imágenes de las filmaciones, que incluían a los actores elegidos, se produjo una negativa reacción ante la elección que habían hecho para este film. Whitewashing era la acusación general: ¿por qué no usaron actores egipcios? Y se entiende el enojo. Ya no estamos en los años 40 del siglo XX, en el que el mundo del cine se reducía a Estados Unidos. Hoy más que nunca, que vivimos en un mundo globalizado, era posible hacer un casting a actores de cualquier parte del mundo. ¿Cómo no aprovechar esto para escoger un reparto más acorde al lugar del que se iba a hablar? Aunque no sé si los egipcios mismos se habrán enojado, es claro que los gringos sí (siempre con su estandarte de defensores de la humanidad). El caso es que estas críticas llevaron al estreno de la película a su irremediable caída, y consecuente olvido.
Me da mucha pena, porque independiente de las desacertadas palabras del director al verse atacado en su momento, la historia es muy bonita. Y realmente quise tener la oportunidad de ver una secuela, en donde se narraran la aventuras y vicisitudes que Horus tendría que enfrentar para rescatar a Hathor de los demonios. Había un profundo sentimiento en esa línea argumental que feliz habría podido ver. Pero eso quedó en el vacío. Tras el fracaso de la película, cualquier intento de secuela fue descartado. Me recordó a la frustración que sentí después de enterarme de que no habría continuación para "John Carter", también por su fracaso en taquilla. Lo bueno es que, en este caso, al menos puedo leer los libros... Pero eso no pasará on "Dioses de Egipto". Una pena.
Referencias:
- Horus. Wikipedia
- Dioses de Egipto logró indignar tanto a crítica como a público (2022). Espinof
Crédito Foto: Póster en Filmaffinity
Pero otras que entran en el género, aunque poco hablo de ellas, son joyas como "La Momia" (1999-2001), "El Rey Escorpión" (2002) y, hoy por hoy, "Dioses de Egipto" (2016). (Sobre la segunda ya comenté mis pensamientos en este mi Baúl, quedando más que claros mis gustos en cuanto a argumentos y fotografía.)
El caso es que hoy, que vuelvo a ver "Dioses de Egipto", me ha gustado aún más. Digamos que a mayor cantidad de lágrimas de emoción durante o después de ver una película, mayor es la posibilidad de que dicha historia ascienda en mi ranking o top 100 de favoritos.
Y esto es lo que me sucede con esta película:
- Sus efectos especiales me parecen de excelente nivel.
- El diseño de los personajes (dioses) y de los ambientes, me embriaga: el mar dorado por el que navega el barco de Ra; las hermosas versiones no humanas de cada dios (¡los brillos! ^.^); los palacios y jardines; el Más Allá, etc.
- La ambientación musical está totalmente acorde a la temática, y me lleva en este viaje nostálgico que siempre agradezco en este tipo de films ambientados cerca del medio oriente: amo la banda sonora de La Momia (1999-2001), pero es claro: con Jerry Goldsmith y Alan Silvestri sólo podemos esperar maravillas. Pero la musicalización a cargo de Marco Beltrami en "Dioses de Egipto" no se queda atrás, generando ese mismo aire emotivo, heroico y antiguo.
- Las actuaciones, están acordes al tipo de género (acción), por lo que no se puede pedir más, pero eso no quita que en lo personal haya amado algunas interpretaciones (Hathor, Seth, en lo emocional; Bek, Thot, en la acción).
- La interpretación del panteón egipcio, bueno, fue eso: una interpretación (más adelante abordaré este tema).
- Pero, sin duda, la historia es lo que me termina por hechizar: ¿Cómo no amar al personaje de Hathor (Elodie Yung) y sus decisiones, totalmente consecuentes con su característica como diosa del amor? ¿Cómo no enternecerse con Zaya (Courtney Eaton) y su profunda fe? ¿Cómo no reír ante el vanidoso Thot (Chadwick Boseman)? ¿Cómo no emocionarse con la amistad que nace entre Bek (Brenton Thwaites) y Horus (Nikolaj Coster-Waldau), que parte con la arrogancia por parte de ambos, para acabar en aquella profunda confianza? Y, claro, está Gerard Butler (Seth).
Lo triste es que sé que a esta película le fue muy mal en taquilla. De hecho, en su momento supe que fue un fracaso. Y hoy que la volví a disfrutar, al comenzar a correr los créditos, me sumergí en los océanos googleanos para indagar nuevamente el porqué. O sea, yo recordaba que lo que más había disgustado (pues es la crítica que más leí en su momento en las Opiniones de Google) fue su desacierto histórico: vale decir, lo poco ajustada a la realidad histórica (por no decir "realidad mitológica") que era.
No es que yo sea una erudita en el panteón egipcio, pero tengo entendido que hubo varios, tomando en cuenta la longevidad del reino/imperio. Por lo que intentar aunar en una sola película a todos esos períodos en uno era una tarea con pocas posibilidades de éxito. Por eso comprendo la elección de la producción de escoger a sólo uno de sus dioses, y armar una historia más o menos coherente a partir de su propia mitología, y luego terminar de ajustar la historia usando a los otros dioses para que encajaran de forma que nos hiciera sentido, aun cuando en el mito original no tuvieran el mismo rol o realizaran las mismas exactas acciones. Pero tras leer un poco sobre la descripción del dios Horus (el protagonista en esta película), entiendo que los guionistas intentaron crear una historia relativamente creíble, no tan chocante (para nuestros castos tiempos, tomando en cuenta cómo eran los mitos asociados a esta deidad), y que pudiera ser susceptible de ser llevada al cine, como lo que fue: una película de acción, aventuras y fantasía.
Sin embargo, fue lo que leí hoy lo que me llamó aun más la atención. La película no sólo fracasó en taquilla por su "pobre" interpretación del culto del Egipto antiguo: el proyecto había muerto antes de nacer. Acorde a lo leído en Espinof, poco tiempo después de salir al público las primeras imágenes de las filmaciones, que incluían a los actores elegidos, se produjo una negativa reacción ante la elección que habían hecho para este film. Whitewashing era la acusación general: ¿por qué no usaron actores egipcios? Y se entiende el enojo. Ya no estamos en los años 40 del siglo XX, en el que el mundo del cine se reducía a Estados Unidos. Hoy más que nunca, que vivimos en un mundo globalizado, era posible hacer un casting a actores de cualquier parte del mundo. ¿Cómo no aprovechar esto para escoger un reparto más acorde al lugar del que se iba a hablar? Aunque no sé si los egipcios mismos se habrán enojado, es claro que los gringos sí (siempre con su estandarte de defensores de la humanidad). El caso es que estas críticas llevaron al estreno de la película a su irremediable caída, y consecuente olvido.
Me da mucha pena, porque independiente de las desacertadas palabras del director al verse atacado en su momento, la historia es muy bonita. Y realmente quise tener la oportunidad de ver una secuela, en donde se narraran la aventuras y vicisitudes que Horus tendría que enfrentar para rescatar a Hathor de los demonios. Había un profundo sentimiento en esa línea argumental que feliz habría podido ver. Pero eso quedó en el vacío. Tras el fracaso de la película, cualquier intento de secuela fue descartado. Me recordó a la frustración que sentí después de enterarme de que no habría continuación para "John Carter", también por su fracaso en taquilla. Lo bueno es que, en este caso, al menos puedo leer los libros... Pero eso no pasará on "Dioses de Egipto". Una pena.
Referencias:
- Horus. Wikipedia
- Dioses de Egipto logró indignar tanto a crítica como a público (2022). Espinof
Crédito Foto: Póster en Filmaffinity