El pixelart es el arte de dibujar usando pixels. Para ello se utilizan programas gráficos, como Paint o Photoshop. Es un arte minucioso, que requiere paciencia y, sobretodo, tiempo. Supongo que los primeros trabajos en pixelart que todos pudimos conocer fueron los personajes y escenarios de los primeros videojuegos.

Sin embargo, gracias al acceso a programas gráficos como los mencionados antes, cada vez más personas no relacionadas con los videojuegos pudieron realizar sus propias obras en pixelart. Las temáticas fueron (y siguen siendo) tan libres como el dibujo mismo.

Ya entrando en este siglo, Internet fue la gran plataforma para poder conocer, compartir y aprender sobre este arte. Poco a poco los pixelartistas comenzaron a agruparse, formando comunidades donde poder mostrar sus obras, así como donde participar de actividades tales como desafíos, concursos, o simplemente disfrutar regalando sus creaciones a sus mejores amigos.

A este punto, cabe destacar que estas comunidades de las que hablo eran preferentemente femeninas, y dentro de esta categoría, las obras de pixelart se dividían en dos grandes grupos o tipos: las dollz (o muñecas) y los pixels (cualquier creación que no fuera muñeca); dentro de este último, los había isométricos y no isométricos.

En lo personal, conocí las primeras dollz allá por el año 2005, gracias a los Dollmakers de Candybar, y también a sitios webs de otras chicas que mostraban sus creaciones en internet. Mi fascinación escaló hasta lograr poder hacer mis propias creaciones de pixelart. Formé parte de algunas comunidades también, e incluso creé una propia: un pequeño foro hispanoparlante llamado Villa Pix.

Ahora bien, ya que el pixelart generó comunidades, con ellas surgieron una serie de reglas o normas de comportamiento, que todas respetamos a fin de mantener la buena convivencia.

La principal regla era que las creaciones eran de uso no comercial: podíamos verlas e incluso bajarlas a nuestro computador, siempre y cuando no lucráramos con ellas. A esta acción se le conocía como "adoptar", vale decir, copiarlas en nuestro computador para mostrarlas en nuestro propio sitio web, siempre y cuando se diera el crédito respectivo a la pixelartista original. Con el tiempo, además, muchas pixelartistas quisieron compartir las bases que habían usado para hacer sus muñecas: se trataba de los "maniquíes", por llamarles de alguna forma, que otras pixelartistas podrían usar como base para crear sus propias muñecas; este uso también debía ser acreditando a la dueña de la base. Y así una serie de normas que buscaban respetar la autoría y propiedad intelectual como lo más importante.

Ya que mis últimas creaciones las hice y publiqué allá por el 2012, desconozco si ha habido cambios en estas normas. Sin embargo, yo las sigo respetando, y espero con ello que tú también las respetes si has pensado guardar en tu computador/móvil algunas de mis creaciones. Gracias!

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